Análisis FODA

El FODA y por qué no funciona

June 02, 20252 min read

El FODA y por qué no funciona

Hay amistades que nos hacen sentir cómodos, que nos escuchan, que nos dan la razón… incluso cuando estamos equivocados.

Son relaciones suaves, sin confrontaciones, sin exigencias. Pero también son esas las que no nos retan, no nos impulsan, no nos obligan a crecer.

Algo así le pasaba al análisis FODA, al menos desde la perspectiva de Henry Mintzberg, uno de los grandes pensadores del management moderno, quien lo etiquetó sin titubeos como una herramienta “blanda”.

Según él, el FODA servía para reflexionar, pero no guiaba hacia decisiones contundentes. Era el amigo amable que te escucha, pero no te dice la verdad incómoda.

Qué es el FODA

El análisis FODA —Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas— es una herramienta que se enseña hasta en cursos de preparatoria cuando se habla de emprender.

Su objetivo es simple: ayudarte a tener una visión clara de los elementos internos y externos que influyen en una organización. Las fortalezas y debilidades se centran en lo que la empresa puede controlar; las oportunidades y amenazas, en lo que ocurre fuera de su alcance.

Por qué no funciona

El problema no es el FODA en sí, sino como lo construimos y utilizamos.

Desde su origen en los años 60, se utilizó como una herramienta para la planificación estratégica. Sin embargo, con el paso del tiempo se popularizó tanto que terminó siendo mal utilizado y peor interpretado.

Hoy se aplica en cafés de coworking, con pizarras llenas de post-its de colores, pero sin ningún dato que respalde lo que se anota. De hecho, según un artículo publicado en la Harvard Business Review, el 65% de los análisis FODA realizados por pequeñas empresas no incluyen ninguna fuente externa confiable. Es decir, se hacen al tanteo. Se llenan con percepciones, suposiciones o lo que “se cree” que es una fortaleza o una amenaza.

Por eso, mi recomendación —y la de muchos analistas serios— es que el FODA no se use en solitario. Puede ser útil, pero solo si se complementa con herramientas que aporten datos reales, como un estudio de mercado bien estructurado o el análisis PESTEL, que examina los factores Políticos, Económicos, Sociales, Tecnológicos, Ecológicos y Legales del entorno. Con esas herramientas, lo que parece una simple matriz se convierte en un radar estratégico bien calibrado.

Así como hay amigos que te aplauden todo, también están los que te hacen ver tus errores con cariño, pero con firmeza. El FODA puede ser un aliado estratégico si se le da la seriedad que merece. Porque una herramienta no es poderosa por su forma, sino por la disciplina con la que se aplica.

No se trata de escribir lo que uno cree… sino de revelar lo que es, con evidencias y sin miedo. Solo así, ese viejo amigo dejará de ser “demasiado amigable” y empezará a ser útil de verdad.

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