Sabina

El Réquiem de un Trovador: Sabina en la Coda de su Carrera

November 30, 20252 min read

El Réquiem de un Trovador: Sabina en la Coda de su Carrera

“Se guarda el maestro ‘el as de reaparecer a placer, sea porque las musas me susurren poemas o canciones que merezca la pena compartir, o porque me piquen las ganas de subirme a cualquier entarimado para darme, darnos, un homenaje’”, afirmó el protagonista al anunciar su gira, "Hola y Adiós". Y lo que se vivió anoche fue, precisamente, un homenaje mutuo, un encuentro agridulce que pintó más como un réquiem que como un simple concierto.

Con cincuenta años de camino a sus espaldas, con sus cimas y sus inevitables resbalones, Joaquín Sabina parece haberle puesto punto final a la épica de las grandes giras. Este concierto, el número 71 de su tour y su décima (¡décima!) vez en el Movistar Arena en el año, se sintió como una coda elegante y necesaria a una carrera soberbia.

La cita fue un domingo, un día que el propio Sabina ha declarado no gustarle, tal como lo inmortalizó en su tema "Contigo" (“yo no quiero domingos por la tarde”). Sin embargo, la celebración se llevó a cabo en horario nocturno, cuando, como bien sabe el poeta, los ataques de melancolía se hacen más llevaderos.

El recinto, con 12.000 localidades, lució completamente lleno. Las butacas se dispusieron para todos, incluso en la pista, creando una atmósfera de ceremonia íntima. Fue un deleite para el paladar emocional de su fiel audiencia. Sabina, realizando visibles esfuerzos por mantenerse firme, navegó el repertorio mientras su público se encargó del resto, jaléandolo con fervor. En más de una ocasión, el respetable abandonó sus asientos, no para huir, sino para bailar y corear con la intensidad que solo la conciencia del final le da a los grandes momentos.

La gira se llama "Hola y Adiós", y aunque el poeta se reserva "el as de reaparecer" cuando le plazca, la sensación de que las monumentales giras han terminado es ineludible. Anoche no solo cantamos sus canciones, sino que también nos dimos, con el maestro a la cabeza, un último y memorable homenaje.

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